Todos anhelamos ser bendecidos por Dios y recibir aquello que realmente necesitamos. ¿Te gustaría ser bendecido por Dios? ¿A quiénes bendice Dios?

Las bendiciones de Dios

En Deuteronomio 28:1-14 Dios le muestra al pueblo de Israel todas las bendiciones que ellos iban a recibir si obedecían Su palabra.

Dios había prometido a Israel bendecirle en todo lugar: en la ciudad, en el campo, en su entrada, en su salida, en sus hogares, sus trabajos, sus granjas, etc. Además, prometió protegerlos de sus enemigos y ponerlos en un lugar especial.

Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles
Deuteronomio 28:13-14 (RVR 1960)

Cuando Israel caminaba con Dios, estas bendiciones eran reales; un ejemplo claro de esto lo encontramos en 1 Reyes 10:1-13, cuando la reina de Sabá visita a Salomón y ve a una nación bendecida.

¿A quiénes bendice Dios?

Dios bendice a aquellos que caminan con Él y obedecen Su palabra. De hecho, las bendiciones de Dios son para sus hijos, para aquellos que viven conforme a Su voluntad. Él mismo promete que estas bendiciones alcanzarán a aquellos que oyen y ponen en práctica sus mandamientos.

 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Deuteronomio 28:1-2 (RVR 1960)

¿Quieres ser bendecido por Dios?

Él quiere que seas un hacedor de su Palabra, no sólo un oidor y que no te desvíes de ninguno de sus mandamientos, ni sigas a otros dioses ni te inclines a ellos.

Ser obedientes a la palabra de Dios significa que debes dejar muchas cosas que te plazcan, es decir, debes cambiar tu manera de vivir a la luz de la Biblia y esa es una decisión personal, que nadie la tomará por ti; entonces las bendiciones de Dios te alcanzarán como Él lo promete.