El amor de Dios es inigualable. Definitivamente como Su amor no hay otro. Dios es amor y es ese amor el que debemos aprender a expresar siempre. Debido a Su gran amor y a que Él nos amó primero es que nosotros amamos y lo amamos a Él.
Más como el Señor
“Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.” 1 Juan 4:7-8
Porque no hay otro como el cariño de Dios, debemos ser diligentes en procurar parecernos cada vez más a nuestro Dios. Y sabemos que no es fácil, pero procurar lograrlo es lo mejor que podemos hacer. Dios conoce nuestros corazones y si le dedicamos tiempo, nos ayuda.
Llegamos a parecernos, a dejarnos influenciar por aquello que hacemos más en nuestro día, por las personas con las que más compartimos. Por eso, una vez más te invitamos a pasar más tiempo de tu día con Dios. Escucha música que alabe a Dios, lee tu Biblia todos los días, ora a menudo. Y muestra el gozo que te da Dios.
“Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:16-18
El amor más grande que existe
Y evidentemente sabemos que no hay amor más grande que el de aquel que llegue a dar su vida por uno. Y eso lo hizo nuestro maravilloso Dios. Dio a Su único Hijo, para ser sacrificio, el pagó por nuestros pecados. Se ofreció, se hizo humano y entregó Su vida para que los que creamos en Él seamos salvos y pasemos la eternidad a Su lado.
No hay otro amor mayor al de nuestro Dios por nosotros. No lo olvidemos nunca. Recordemos buscarlo siempre, tener presente que Él está de nuestra parte, nos apoya y nos ayuda siempre que se lo pidamos.