En la vida solemos acostumbrarnos a buscar beneficios en todo. El beneficio de las ganancias de dinero, de ganar en un deporte, en un empleo o en un conocimiento. Pero en esta vida debemos aprender a valorar más nuestra alma y lo que no es de este mundo.
¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma? Mateo 16:26
Es un hecho que venimos al mundo a tomar decisiones. Una vez que crecemos y nos hacemos independientes de nuestros padres, vienen las decisiones más importantes. Pero desde que nacemos tomamos decisiones. Algunas pequeñas como decidir qué comemos si tenemos hambre y otras mucho más grandes.
Es magnífico haber elegido seguir a Cristo, ser cristianos. Es la decisión más importante que debemos hacer en esta vida. Y el beneficio de las ganancias de esa decisión, es muy grande. Nos da paz, no tememos a la muerte porque sabemos de la eternidad y vivimos más para ese futuro que para este ahora.
Por eso es que muchos no entienden cómo podemos estar tranquilos e incluso contentos en esta vida al pasar por problemas; y es porque sabemos que nuestras batallas están ganadas por Dios. Sabemos que el beneficio de las ganancias de elegir a Dios es mayor que cualquier cosa de valor de este mundo.
Saber que Dios nos acompaña hasta en nuestros momentos más oscuros, más terribles, incómodos o tristes. Eso es una ganancia que no tiene precio y nos trae beneficios singulares. Nos trae la confianza de saber que tenemos de nuestra parte al Dios único, verdadero y poderoso.
Escogemos tener el beneficio de las ganancias en Dios
Sin duda, todos pueden ver la calma en la tormenta. Les llamará más la atención ese comportamiento nuestro. Por eso, necesitamos recordarnos esos beneficios que tenemos en las ganancias que Dios nos da. El valor de lo eterno es mucho mayor que el valor de todo lo material en este mundo.
Y cuando nos pregunten cómo le hacemos para estar así de tranquilos con todo lo que nos pueda estar ocurriendo, les damos las buenas nuevas. Les dejamos saber la promesa de Dios, de la eternidad a Su lado si creemos en Jesús y les explicamos el beneficio de las ganancias que tenemos al creer.
Jesús entregó Su vida por toda la humanidad. Él nos ama a todos y quisiera que todos compartiéramos esa eternidad a Su lado. Por tanto, nunca pierdas la oportunidad de compartir con otros el beneficio de las ganancias que tenemos al invitar a Jesús a nuestro corazón.