No es nada fácil pasar por una situación difícil o dolorosa, pero la Biblia dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

María y Job aceptaron la voluntad de Dios

María estaba comprometida con José, pero antes de que se realice la boda, quedó embarazada mediante el poder del Espíritu Santo.

Para María, aceptar la voluntad de Dios, pudo no haber sido buena, agradable y perfecta, porque en la cultura judía de ese tiempo la infidelidad era castigada con pena de muerte. Ella pudo negarse y cuestionar la palabra de Dios, pudo reclamarle y enojarse para no aceptar su voluntad.

Sin embargo, María respondió con humildad y obediencia. “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Lucas 1:38 (RVR 1960)

“Hágase conmigo conforme a tu palabra” es la respuesta correcta que todos debemos darle a Dios, cuando atravesamos momentos inciertos o cuando Él nos ordena o promete algo.

De manera similar Job, cuando perdió a todos sus hijos, todos sus bienes materiales y todo lo que tenía, dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Seño