El pecado tenía a la humanidad atrapada, llevada a la perdición y a la eterna separación con Dios, sin esperanza ni redención. ¿Quién salvaría a la humanidad? Hubo un plan para salvarnos, el nacimiento de Jesús significaría para toda la humanidad un antes y un después, Él fue nuestra redención.

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21

Jesús no vino solamente a salvar a un grupo específico como al pueblo judío, sino que vino a salvar a todo aquel que pertenece a Él, y pertenecemos a Jesús cuando lo aceptamos como Salvador.

Salvará a todo aquél que lo acepte

Jesús vino a salvarnos del pecado, a liberarnos de las consecuencias eternas de vivir una vida sin Él. No importando de qué nacionalidad somos, Jesús vino a salvarnos para que cuando Él esté en nosotros seamos parte de su pueblo.

Ten en cuenta que nadie ni nada nos puede acercar a Dios y alejarnos del pecado, solo Jesús es la puerta, el puente a una vida con Dios.

Nuestro Salvador está presente en todo tiempo, y no nos dejará ni abandonará pese a cualquier circunstancia contraria que pasamos. Su salvación es única y completa, porque nos da paz y seguridad.

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12