Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Gálatas 6:1 (RVR 1960)
El apóstol Pablo tuvo que advertir a los gálatas sobre su trato con los que caían en pecado; si alguien cae deben levantarlo con mansedumbre y no tratarlo con rigor y dureza.
Debemos tener empatía como cristianos, no cerrarnos en el legalismo y condenar. Al contrario, dice claramente Pablo que debemos ayudar a restaurar, considerando que nosotros mismos podemos ser tentados.
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12 (RVR 1960)
RESTAURA SI ALGUIEN CAE, NO LO CONDENES
Es más fácil señalar que restaurar y es algo que muchos “creyentes” hacen, condenar e incluso excluir a la gente que ha caído. A veces olvidamos que también nosotros hemos tropezado y hemos necesitado de una mano amiga para levantarnos.
Puede que conozcas a alguien o incluso tú mismo hayas caído en pecado, y hoy necesitas de alguien, más espiritual, que con empatía te ayude a ponerte de pie y seguir adelante.
Ten en cuenta primeramente que la mano de Dios se extiende con amor hacia ti para perdonarte y restaurarte. Ten presente también que hay creyentes que con amor te pueden ayudar a levantarte.
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastés 4:9-10 (RVR 1960)