Quizás pienses que no tienes ningún don o talento y que no hay nada que tú puedas hacer en la iglesia, pero todos tenemos un lugar que necesitamos ocupar.
Ladrillos fuera de lugar
Un hombre contaba que al pasar frente a un edificio que estaba aún en construcción vio a un lado una buena cantidad de ladrillos y, en una caseta, un hombre cuidándolos.
Al instante pensó: Este hombre tiene que guardar estos ladrillos porque no están en su lugar y, por lo tanto, se los pueden llevar las personas que pasan por aquí. Si estos ladrillos estuvieran colocados en el edificio, sería innecesario guardarlos.
Por tu seguridad, ocupa tu lugar
Si eres como uno de esos ladrillos que está fuera de su lugar, podrías terminar perdiéndote.
Todos tenemos un lugar dentro de la iglesia, que debemos ocupar por nuestra misma seguridad; porque cuando estamos sirviendo y nos encontramos junto a nuestros hermanos estamos más seguros. ¿Alguna vez lo consideraste?
Si te quedas aislado, sin ocupar tu lugar, será muy fácil que puedas escuchar cosas que no debes y te alejes. Pero si estás sirviendo y cuentas con el apoyo y respaldo de tus hermanos, no necesitarás a un vigilante para que no te pierdas, ya estarás en un lugar seguro.
Todos tenemos un lugar que necesitamos ocupar
Dios nos dio diferentes talentos a cada uno para que podamos ser parte de su obra y poder formar parte de un solo cuerpo.
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”. Romanos 12:4,5 (RVR 1960)
Intégrate a tu iglesia, sirve, comparte con los hermanos y si ves a alguien que aún no lo ha logrado, ayúdalo a integrarse.